martes, 23 de diciembre de 2008

Etapa Buenos Aires-Ushuahia: San Sebastían a Ushuahia

Esta jornada representaba el último día de nuestro primer objetivo. Nos despertamos con muchas pilas sabiendo que esa misma tarde estaríamos llegando a Ushuahia. Desafortunadamente en la frontera no había nafta por lo cual no sabíamos si íbamos a llegar a Río Grande.

Arriesgándonos decidimos partir con la nafta que teníamos en los tanques. El clima era muy frío y lluvioso, yo seguía sin embrague así que una vez que estaba en carrera no podía frenar hasta una estación de servicio.

Por mi problema del embrague, yo arranque primero luego me siguieron Julio y Tomás. Afortunadamente el viento no era muy fuerte por lo cual el ritmo al cual avanzamos era bueno. A los 20 kms de Río Grande mi moto se quedó sin nafta y tuve que frenar y esperar a mis amigos.

Una vez que ellos llegaron, me pasaron 2 litros de nafta más pudiendo llegar a Río Grande sin problemas. Lo que me sorprendió de estos lugares es primero ver el respeto que se guarda a los caídos en la Guerra de Malvinas y segundo, los resabios que quedaron de la guerra: Bases aéreas abandonadas, rutas ensanchadas (para el aterrizaje de los cazas), etc.


Lo primero que hicimos luego de cargar combustible fue empezar a buscar un soldador que pudiera solucionar mi problema con el embrague. Desafortunadamente no había ningún soldador que pudiera hacer el arreglo. O estaban de vacaciones, o tenían demasiado trabajo. Ya este asunto me estaba poniendo de mal humor, las horas pasaban y nos separaban tan solo 200 kilómetros de Ushuahia.

Luego de buscar durante unas cuantas horas, nos percatamos que la solución se encontraba a la vuelta de donde estábamos, ya que allí había un taller atendido por una persona (lamentablemente ahora no me acuerdo el nombre) que, con la mejor voluntad del mundo, nos prestó la soldadora para hacer nosotros el arreglo.


El asunto llevó 15 minutos nada mas y la moto ya estaba lista para andar. Armamos el manubrio y quisimos pagarle al dueño del taller, pero como es costumbre en el interior de nuestro país no nos querían cobrar nada por más que insistiéramos.

En fin, cargue nuevamente la moto y salimos a la ruta. La siguiente parada fue Tolhuin, un pueblo muy pintoresco a la orilla de un lago de un color increíble. Allí frenamos en una panadería típica de la zona en donde el dueño (aparentemente alguien muy cholulo) tenía fotos de él con muchísimos famosos. Tomamos unos buenos cafés, comimos unas facturas espectaculares y partimos hacia nuestro último destino: Ushuahia.

La ruta a partir de esta localidad está llena de curvas y contracurvas, subidas y bajadas que bordean lagos y precipicios. No dejamos de sacar fotos y nuestra alegría aumentaba viendo que estábamos tan cerca de nuestro destino.

Finalmente, llegamos a Ushuahia por la tarde a eso de las 7. Bocinazos de por medio, festejos eternos y mucha alegría fue lo que marco ese momento. Aprovechamos y sacamos nuevamente miles de fotos junto a los carteles que atestiguaban nuestro logro y empezamos a pensar donde haríamos noche.

Afortunadamente, cuando íbamos por la foto numero 3 mil junto al mismo cartel cayó un motoquero que se llamaba Roberto. Luego de una charla amena nos ofreció ir a su casa a tomar un café, a lo cual nosotros como cualquier persona que vive en Buenos Aires desconfiados aceptamos.

Cuando llegamos a la casa nos enteramos que el tenía un hostel que estaba colmado de turistas. Nos tomamos unos mates y Roberto nos ofreció que acampáramos en su jardín. A nosotros nos parecía un abuso pero esta persona tan generosa insistió tanto que finalmente nos convenció.


Acampamos en su jardín, guardamos las motos en su garage e incluso hasta pudimos lavar la ropa. Una vez que estuvimos instalados, Roberto nos llevó a recorrer la noche de Ushuahia que terminó de día y con nosotros en el Glaciar Martial a las 8 de la mañana.

Agotados nos fuimos a dormir hasta la tarde de ese día. Luego de levantarnos Roberto se ofreció para llevarnos a recorrer en moto los principales puntos turísticos de la ciudad, felices aceptamos y salimos las 4 motos a recorrer Ushuahia.


Los lugares que visitamos fueron una vista panorámica de Ushuahia, un recorrido por la ciudad y finalmente una visita al Parque Nacional Tierra del Fuego. Allí nos sacamos fotos junto al canal de Beagle y en el final de la Ruta 3.

La llegada a este lugar fue para nosotros algo muy fuerte, habíamos cumplido nuestro primer objetivo recorriendo más de 3 mil kilómetros. Con esto sabíamos que recién estábamos a mitad de camino, ahora lo que debíamos hacer era ir hasta la Quiaca nada más y nada menos que 5 mil kilómetros más para luego volver a Buenos Aires, el tiempo no estaba de nuestra parte y realmente iba a ser una hazaña lograr esto.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, chicos:
Este blog está quedando precioso! Los felicitamos no sólo por la gran aventura vivida, sino por la muy buena redacción, que hace más interesantes las vivencias.
Sabemos por experiencia lo que cuesta llegar en Jawa hasta allí, y por eso valoramos su entusiasmo y valentía. Los caminos sureños no son para cualquiera, el viento y el ripio amedrentan a muchos...
¡Vamos, las JAWAS!!! A seguir viajando!
Con afecto, Néstor y Verónica, de www.rutasendosruedas.com.ar

Anónimo dijo...

Vendo moto jawa 350/640.

les dejos mis datos

Juan Ignacio
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