lunes, 15 de diciembre de 2008

Ushuahia-La Quiaca: Zapala-Mendoza

Después de haber descansado en una cama luego de mucho tiempo durmiendo en carpa, nos levantamos para seguir viaje. En la entrada del hotel aprovechamos para preparar equipajes y ajustar un par de detalles mecánicos para poder seguir adelante sin problemas.
Después de las habituales tareas de la mañana, partimos hacia la ruta con el interrogante de que ruta tomar en nuestro camino a mendoza. Nosotros desde un principio estábamos con ganas de hacer la ruta a mendoza a través de la 40 la cual según nos habían contado es un camino increíble con paisajes indescriptibles.

Lamentablemente las versiones sobre el estado de la ruta eran diversas y contradictorias, puntualmente nadie sabía en que estado estaba el camino y las versiones más optimistas hablaban de 100 kilómetros de ripio malo. Luego de la terrible y ardua experiencia nuestra en el ripio de ushuahia y debido a nuestra falta de tiempo decidimos optar por lo seguro y encarar para Mendoza a través de Neuquen capital.

Una vez tomada la decisión, salimos con rumbo a Neuquén para llegar al mediodiodía con un calor insoportable. Al llegar a Neuquén aprovechamos para almorzar, contestar mails y descansar mientras esperábamos que abrieran algunos comercios luego de su habitual siesta.

A eso de las 4.30 los primeros comercios de motos empezaron a abrir y allí aprovechamos para comprar algunos repuestos tales como: Bujías, batería, un parabrisas, etc. Una vez hechas las compras partimos con un atardecer increíble con destino a la localidad de Santa Isabel (provincia de la Pampa).

Luego de haber recorrido cerca de 150 kilómetros optamos por cargar combustible en la clásica estación de servicio del Cruce del Desierto, un lugar donde suelen frenar todos los autos que vienen desde Buenos Aires y que acaban de cruzar el desierto de la pampa vía Chacharramendi.

Allí hicimos la habitual cola para cargar combustible cuando un muchacho con unos bidones nos interrumpe para contarnos que pertenecía a un grupo de motociclistas de Colonia 25 de Mayo y que justamente ese día estaban preparando un motoencuentro en el camping municipal.

Nosotros un poco preocupados por nuestro fuerte retraso en el itinerario tardamos en decidirnos en que hacer. Finalmente y dispuestos a aprovechar aquellas oportunidades únicas que te da la ruta decidimos hacer noche en el motoencuentro y de paso pasar un buen rato en compañía de otros motoqueros.
La llegada al motoencuentro fue emocionante, de repente ver tantas motos de tantas partes, la variedad de modelos y de gente hacía de este evento algo espectacular. Tranquilos, nos acomodamos y nos pusimos a tomar mates todos juntos compartiendo historias y anécdotas.La llegada de 2 Jawas que venían haciendo semejante viaje las transformaron en las protagonistas del evento y hasta nos hicieron una entrevista en la radio local!!
Luego de haber charlado y visto todas las motos del evento, los organizadores prepararon un pequeño asado para todos en donde pudimos seguir compartiendo historias.
La verdad que este era mi primer moto encuentro, y la experiencia que me estaba llevando del mismo era espectacular, quería quedarme más días y seguir compartiendo con esta gente la pasión de andar en moto.
Para nuestra tristeza, la Quiaca era un destino que nos estaba esperando y el tiempo para llegar a ella se nos estaba acabando.
Partimos a eso de las 9 de la mañana con un poco de resaca del día anterior. Cargamos nuevamente combustible y nos internamos en la ruta en nuestro camino a Mendoza.

Aprovechamos la mañana para hacer la mayor cantidad de kilómetros posibles, sabíamos que con el pasar de las horas la temeperatura iba a subir hasta volverse insoportable. Llegamos a Santa Isabel al mediodía justo antes que el calor volviera imposible el andar.

Frenamos, nos compramos unos sandwiches y luego sentados a la sombra en la heladería y comiendo helado veíamos como se partía la tierra del calor. En ese momento es cuando vimos llegar a una moto con la que nos veníamos cruzando desde San Martín de los Andes. El pobre motoquero venía con su novia y ambos estaban muertos de calor.
Como les era imposible seguir, frenaron junto a nosotros y nos quedamos charlando y comiendo helado esperando a que pase el calor.
A las 16 horas empezamos a notar que la temperatura empezaba a aflojar y fue por ello que partimos rumbo a mendoza. Llegamos a General Alvear a la tarde y ya ahí pudimos encontrarnos con los viñedos, los canales y las frutas de la provincia.
Era impresionante como había cambiado el paisaje en tan pocos días, pensar que hace 4 días nosotros estábamos en Río Gallegos no nos dejaba de asombrar.

En General Alvear, cargamos combustible tomamos un coca y decidimos partir hacia Mendoza Capital yendo por San Rafael. El camino fue muy lindo, todo el tiempo se veían bodegas, viñedos y pequeños puestos de ventas de aceites, dulces y fiambres.

Llegamos a Mendoza capital muy tarde, a eso de las 2 am. La verdad es que estábamos agotados pero para suerte nuestra en esa ciudad contábamos con familiares nuestros quienes viven ahí y sin dudarlo nos alojaron en sus casas.

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