Esta espera por nuestro compañero se prolongó por más de 1 hora, algo que comenzó a preocuparnos. La ultima vez que lo habíamos visto había sido 250 kilómetros atrás.
Los peores pensamientos cruzaban por nuestra cabeza, no sabíamos que era de la vida de Julio. Preocupados decidimos partir a cargar combustible y salir a buscarlo. Para mala suerte nuestra las estaciones de servicio en Calafate estaban colapsadas, prácticamente no había nafta y donde había teníamos que hacer colas de hasta 1 hora.
Sin más remedio hicimos la cola y esperamos 1 hora hasta nuestro turno. Una vez que hubiera llenado el tanque le pregunto al playero por el aceite 2 tiempos a lo que me contesta que no tiene. No podía creer mi mala suerte, sin el aceite no podía salir, iba a fundir mi moto.
Para solucionar este asunto Tomás me consiguió un poco de aceite en otra estación y gracias a eso y prácticamente 2 horas después pude salir a buscar a Julio. Apurado salgo a la ruta y comienzo a hacer los primeros kilómetros con destino a La Esperanza.
Yo ya me imaginaba que iba a tener que hacer los 250 kilómetros hasta dar con mi amigo ya que la ultima vez que lo había visto había sido ahí. Al poco tiempo de esto lo veo venir en mi mano contraria con la moto a fondo a mas no poder.
Feliz, doy la vuelta y lo acompaño hasta la entrada del Calafate. Una vez allí nos cuenta que había tenido un problema mecánico apenas había salido de la estación cosa que lo retrasó por más de 2 horas hasta solucionarlo.
Luego y una vez en la ruta la rueda trasera se le trabó completamente al salir de una curva y con un auto de frente. Nos contó que sólo Dios sabe como puedo salvarse de esa situación, la cara de él lo decía todo....
No hay comentarios:
Publicar un comentario