viernes, 12 de diciembre de 2008

Ushuahia-La Quiaca: Concepción-Salta Capital


Después de descansar en Concepción (Provincia de Tucumán) arrancamos el día bien temprano. Ese día era para nosotros muy importante ya que en Salta Capital nos estaba esperando Julio quién en Río Gallegos tuvo que abandonar la travesía. La idea era reencontrarnos con él y hacer los últimos kilómetros juntos hasta llegar a La Quiaca.

Armamos el equipaje y partimos con un día muy nublado rumbo a Salta. El camino que elegimos para ir era el más pintoresco: Tafí del Valle, Amaicha del Valle, Cafayate y finalmente Salta.
El primer tramo hacia Tafí fué realmente increíble, estábamos verdaderamente impresionados con la altura de los cerros, la frondosidad de esa selva y lo espectacular del paisaje. Cada kilómetro se disfrutaba al maximo, las curvas y contracurvas de a poco te llevaban cada vez más arriba rumbo a las nubes que cubrían las cumbres. Frenábamos a cada rato para sacar fotos y disfrutar ese increíble lugar.

Las motos a medida que ascendíamos se portaban perfecto, quizás se sentía un poco la falta de reacción por la altura pero la verdad que con esos paisajes no nos preocupaba demasiado el desempeño.
LLegamos para el mediodía a Tafí, recorrimos un poco el lugar y partimos hacia Amaichá. El camino entre estas dos localidades es muy peculiar, uno viene de Tafí con toda la humedad de la selva, los arboles y de repente al llegar al punto más alto del camino el cual es denominado "El Infiernillo" (quién debe su nombre a sus más de 3.370mts sobre el nivel del mar) aparece repentinamente en un terreno totalmente desértico carente de la humedad y la flora del anterior.

Una vez pasado el Infiernillo y ya en las nubes (donde no se veía nada), comenzamos a bajar a Amaichá del Valle, llegamos y nos sentamos a almorzar en un lugar muy lindo cerca de la ruta. Allí comenzamos a ver la diferencia de precios que había con las etapas anteriores del viaje. Afortunadamente acá pudimos dejar la Caballa y las latas para abrir nuestras ya flacas billeteras y comer tamales y empanadas a más no poder.
Con el estómago lleno, subimos a las motos y continuamos viaje. A los pocos kilómetros nos encontramos con que la policía había cerrado la ruta. El motivo era que debido a las grandes lluvías los ríos y los arroyos se habían desbordado hasta cruzar la ruta completamente con mucho caudal.

Los autos tenían el paso prohibido pero al parecer a las motos las dejaban pasar bajo su propia responsabilidad. Nosotros decidimos mandarnos y afortunadamente cruzamos perfectamente cada uno de los arroyos empapándonos con cada cruzada.
De a poco comenzamos a acercarnos a Cafayate, uno se daba cuenta por los pequeños viñedos que aparecían al costado del camino. Cuando llegamos finalmente, nos quedamos impresionados por lo lindo del lugar, allí cargamos nafta sacamos un par de fotos y seguimos viaje camino a Salta.
Dejando atrás Cafayate, la ruta comenzó a bordear un río. De a poco el pequeño valle se angostaba más y más hasta que quedamos rodeados por las montañas y el río. Esta ruta tan turística no tiene desperdicio, los diferentes colores de los cerros alternados por el río y cada tanto el verde de los árboles que lo rodean era increíble.

Nosotros seguimos manejando por la ruta la cual cada vez era más sinuosa. Ese detalle a veces tan peligroso también hacía el andar muy divertido, ni nos fijábamos en los kilómetros, solo disfrutabamos el paisaje de tan lindo lugar.
Luego de unas cuantas horas de conducción nos fuimos acercando finalmente a Salta. Llegamos por la tarde luego de haber visitado unos de los lugares más lindos del viaje, atrás ya había quedado Catamarca y Tucumán, ahora nos quedaba la ultima etapa del viaje, finalmente: La Quiaca.
El reencuentro con nuestro Amigo en Salta fue de por más emotivo. Después de habernos despedido con mucha tristeza en Río Gallegos (en la otra punta del país) nos volvimos a reencontrar esta vez para contar anecdotas del viaje y compartir con el un buen asado.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

excelente reporte laborda. Los felicito. Salu2 desde Montevideo- uruguay, y cuando vengan para estos lados, avisen que siempre hay un jawero para dar una mano

miguel dijo...

excelente reporte laborda. Los felicito. Salu2 desde Montevideo- uruguay, y cuando vengan para estos lados, avisen que siempre hay un jawero para dar una mano

Anónimo dijo...

Hola Miguel!
Muchas gracias che! En alguna ocasión seguramente nos demos una vuelta por allí!!

Para vos lo mismo, cuando quieras pasarte por Argentina acá tenes a 2 jaweros siempre.

Saludos!

Anónimo dijo...

Que hermoso rubio motero tan bello como nuestra hermosa Argentinaaaa , gracias por publicar sus experiencias . saludos