Ushuahia-La Quiaca: Salta-Humahuaca

Con nuestra llegada a Salta, ya podíamos ver como se acercaba el fin de nuestro viaje. Por mi parte sentía que ya había cerrado la etapa de hacer kilómetros por horas y horas para empezar a simplemente hacer turismo. Ya de La Quiaca tán solo nos separaban unos pocos kilómetros. Por todo esto, decidimos disfrutar lo que más pudieramos estos últimos trechos saboreando cada kilómetro en nuestro camino.
Arrancamos tranquilos desde Salta Capital y fuimos por el camino de cornisa rumbo a Jujuy. La vista durante ese recorrido fue increíble, las curvas por momentos ya nos mareaban, el camino serpenteaba constantemente el cerro y a veces teníamos que apretar el freno y tocar bocina para asegurarnos que no viniera nadie en la mano contraria.
Una vez llegados San Salvador de Jujuy, aprovechamos una parada estratégica para tomarnos unos mates con Julio y Santiago otro amigo quién se sumo en Salta para acompañarnos. Ellos venían con nosotros acompañandonos desde un auto.

Siempre hay tiempo para hacer idioteces

Dejada atrás la capital de Jujuy la ruta comienza a trepar, de a poco el camino asciende y asciende y con esto también va cambiando el paisaje el cual pasa de ser muy verde a desertico. Las motos con la altura comenzaron a reaccionar mas lento, volviendo el ascenso lerdo pero constante.
Nuevamente, aquí la lluvía hizo su aparación para ya quedarse y acompañarnos por un largo rato. Constantes nubes con lluvia nos impedían viajar secos, era increíble todo lo que llovía ya no había ni bolsa ni campera que resistiera tanta agua. Afortunadamente como no hacía mucho frío el andar se hizo soportable y hasta divertido.
Nuestra primer parada turística fue Purmamarca, allí sacamos fotos junto al cerro de los siete colores recorrimos un poco y seguimos rumbo a Tilcara. Algo que me llamó mucho la atención de estos lugares era lo arraigada que está la gente a sus costumbres, algo que me pareció espectacular ya que se conjugaban costumbres prehispánicas con las actuales dándole al lugar un toque distinto.
En Tilcara aprovechamos para recorrer la feria, sacar fotos y conocer mucha gente del lugar. Nuevamente los precios de la comida nos parecieron irrisorios, así que aprovechamos y comiamos cuanta cosa se nos cruzaba, chipá, papas fritas, tortas fritas y milanesas en cantidades industriales todo el tiempo.

Para cerrar el día hicimos los últimos y pocos kilómetros hasta Humahuaca. Ya llegados recorrimos un poco y buscamos un lugar para dormir. Ya nos separaban 165 kms de La Quiaca solamente, a esta altura las sensaciones se mezclaban mucho, por un lado estábamos muy felices por estar tan cerca del punto culmine de nuestro viaje pero por el otro y mirando hacia atrás no queríamos dejar esa vida nómade de descubrimiento diario, queríamos seguir recorriendo, conociendo gente y sumando kilómetros a nuestras jawas.